Blanco, es su segunda exposición individual, luego que en 2018 presentara - también en Artespacio - Paisaje Transitorio, una exhibición que presentaba representaciones de una topografía  imaginaria construida a partir de las variadas secuencias de efectos visuales que daban lugar a fusiones de colores, perspectivas y movimiento. En esta ocasión, la exposición, reúne una serie de obras que son el resultado de una investigación cromática y cinética a base del color blanco, en que la artista explora las diferentes potencialidades de este color.

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Creador de sensaciones trascendentes e ingrávidas, el blanco en el trabajo de Garriga fue el punto de partida para esta exposición, distanciándose de la pura copia de la realidad por medio de la abstracción y la geometría, los trabajos que la artista presenta en la muestra tiene una lógica interna que sólo se completa en la complicidad con el espectador, quien por medio de su circulación hace aparecer variaciones cromáticas que de otra manera son imperceptibles.

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Así, las 19 obras que presenta la exposición, ponen en relieve la prominencia de la pura percepción por sobre la inteligibilidad de las obras, en un juego de sombras y luces aparecen variaciones infinitas, que, alejadas de la naturaleza, le dan paso a sensaciones elevadas. El blanco, terreno de lo eterno, de sentimientos trascendentes, de utopías, al fin, proporciona las bases de tensiones armoniosas que nos invitan a recorrer y escudriñar en los trabajos de Garriga; acuñando la frase de Malevich: nada en el blanco abismo libre, el infinito está ante ti.